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5 claves para el cuidado de la piel en verano

La piel tiene memoria de elefante: guarda en sus recuerdos todo lo vivido. Desde los abrazos y caricias a cada encuentro con el sol.

Este órgano de hasta dos metros cuadrados, el mayor de nuestro cuerpo, se transforma así en un álbum de recuerdos que arroja improntas de cada experiencia vital en forma de marcas, arrugas, manchas, pero también a través de su tersura, suavidad o elasticidad, si se mima como es debido, sobre todo en épocas en las que se ve sometida a agresiones exteriores, como en verano.

Durante la época estival la piel no solo se expone al sol, su principal enemigo en estas fechas. También se enfrenta a los efectos nocivos de otros factores que pueden dañarla y resecarla como el aire acondicionado, las picaduras de insectos, la ropa ajustada, el agua del mar, el cloro de las piscinas, el calzado inadecuado o los frecuentes abusos dietéticos, como recuerda este artículo de El Diario.es.

Por este motivo es importante extremar el cuidado cutáneo en verano. Desde Farmacia Santamaría enumeramos 5 claves para mimarla como es debido en esta época:

1. Alimenta la salud de tu dermis
Las frutas y verduras son una fuente de hidratación natural en cualquier época del año. El consumo de vitamina C y E, antioxidantes por antonomasia, brinda bonitos recuerdos a la piel, que refleja salud gracias a los alimentos ricos en estos nutrientes.

La vitamina A es, asimismo, otro gran antioxidante que ayuda a mantener la elasticidad de la piel y el brillo del cabello.

Para alimentar de bellas vivencias la dermis no olvides añadir en la lista de tu compra estos productos:

  • La sandía es ideal para hidratarse, ya que el 90% de su contenido es agua. Además contiene mucha vitamina C, ideal para producir colágeno. Su nivel de antioxidantes combate los radicales libres, lo que permite prevenir los signos del envejecimiento de la piel.
  • Las frutas del bosque también tienen un alto contenido de antioxidantes, con lo que protegen de forma natural la piel de los efectos del sol.
  • Los cítricos ricos en vitamina C y aminoácidos son vitales para la producción de colágeno, que ayuda a preservar la salud de la piel manteniéndola tersa y joven.
  • El pepino, típico de la época estival, tiene un alto contenido en agua, por lo que es ideal para hidratarse.
  • El tomate, otra hortaliza de temporada, es perfecto para proteger las células de la piel. Por su elevado contenido en licopeno favorece la producción de colágeno, combatiendo así la aparición de arrugas y líneas de expresión.

2. Evita la aparición de manchas solares
La exposición solar puede hacer que aparezcan manchas solares que afean el rostro y las extremidades. Para evitarlas es importante usar un buen protector solar antimanchas. Si en tu tez ya han salido a escena las odiosas manchas, siempre hay soluciones para intentar borrarlas.

3. No expongas tu piel al sol en las horas de más calor

Con la debida precaución, el sol es una fuente de salud y  de belleza, como recuerdan en este artículo de la revista Quo, en el que señalan que es preferible una exposición crónica que genera mecanismos de defensa como el bronceado que la periódica intermitente característica del verano.

Y es que el bronceado “aporta vitalidad y bienestar, regula la tensión arterial, activa la síntesis de la mayoría de la vitamina D del organismo e incluso, según algunas investigaciones, podría lentificar el envejecimiento”.

Sin embargo las quemaduras solares dejan secuelas en la dermis, en la que terminan aflorando arrugas y marcas fruto de este recuerdo negativo. Conviene recordar, en esta línea, que un 80% del envejecimiento no deseado viene dado por un exceso de radiación solar (nuestra piel sólo envejecería un 20% si no abusáramos del sol), según el Instituto Médico Láser.

4. Emplea un protector solar adecuado

Según se deriva del IV Estudio Cinfasalud, sólo el 2,5% de los españoles se aplica correctamente el protector solar, como ya explicamos.

Para elegir la crema solar adecuada antes se debe tener en cuenta que a la superficie de la piel llegan dos tipos de radiaciones ultravioleta, como podéis leer en este artículo:

-Las UVB,  que penetran poco en la piel y son responsables del eritema o enrojecimiento.

-Las UVA,  que penetran más profundamente en la piel y juegan un papel crucial en la pigmentación, las alergias… y a largo plazo en el fotoenvejecimiento de la dermis.

Aclarado este punto, para determinar el protector solar que debe emplearse se debe valorar el índice ultravioleta del lugar donde se expondrá al sol y el tipo de piel o fototipo de la persona en cuestión. Así, las personas con la piel más sensible -con un fototipo I y II- deben extremar la precaución y emplear la máxima protección (SPF 50 o 50+), como se muestra en la siguiente tabla elaborada por la Asociación Española contra el cáncer.

Proteccion frente al Sol

5. Hidrata tu piel, cuida su higiene y huye de los ambientes extremos

Además de tomar suficiente agua diaria, el descanso es clave para hidratar la piel: dormir las ocho horas de rigor recomendadas al día es fundamental por este motivo.

La limpieza del cutis es, asimismo, esencial para que el colágeno -el principal aliado contra los signos de envejecimiento- no se resienta. Con este propósito puedes recurrir a productos específicos que aportan los nutrientes necesarios a la piel.

Evitar los ambientes extremos ayudará, igualmente, a mantener una tez saludable.

Aparte de estas claves, lo mejor para cuidar la salud de la dermis es evitar el estrés y las tensiones innecesarias, de modo que los buenos recuerdos, como los abrazos y caricias, afloren para que luzca radiante.

Si necesitas ayuda para colmar tu piel de vivencias positivas, podemos ayudarte en nuestro departamento de Cosmética, donde encontrarás soluciones a medida para cada tipo de dermis.