Farmacia Santamaría constituyó en 2009 una fundación sin ánimo de lucro para ayudar a las familias más desfavorecidas y/o con riesgo de exclusión social. Esta idea pionera, financiada totalmente con los beneficios anuales de la farmacia, se propuso la difícil misión de apoyar y conseguir una calidad de vida más digna, proporcionando productos de primera necesidad, medicamentos o ropa, a aquellas familias que realmente lo necesitaban.
Este año 2017 la Fundación Santamaría Pose cierra una maravillosa etapa tras siete años de trabajo que han tenido un positivo balance. Un total de 106 familias, más innumerables casos de urgencia que nos han venido derivados de las múltiples centros Sociales de la ciudad, destacando los de La Chana y Centro, en los que hemos podido ayudar gracias a la profesionalidad de todo el personal de la farmacia que han colaborado siempre con gestos desinteresados como donar ropa, muebles, accesorios infantiles, etcétera… Gracias a la fundación las familias han podido tener acceso a medicamentos, alimentos o productos de higiene que de otra forma hubiera sido imposible.
Soledad López Jiménez, que ha coordinado durante los últimos años esta bonita iniciativa, destaca de esta particular batalla contra la exclusión social algunas historias.
Han sido muchas las personas que han encontrado en la Fundación la ayuda que necesitaban: familias de todas nacionalidades con dificultades económicas y/o enfermos graves dentro de la unidad familiar que no tenían recursos para sostener las enfermedades o la alimentación de sus hijos.
Todos han supuesto para la Fundación Santamaría Pose una prioridad. Soledad recuerda en especial el caso de una mujer soltera con cinco hijos a su cargo, algunos de ellos muy pequeños, a la que le resultaba muy difícil llegar a final de mes y cada mes se le adelantaba la ayuda mensual otorgada.
También el de una familia marroquí para la que en la farmacia se movilizó a toda la comunidad (también vía redes sociales) para ayudarles a amueblar una vivienda de protección oficial que los servicios Sociales de La Chana le consiguieron. A través de esta campaña se consiguió en un tiempo récord amueblar casi totalmente la vivienda: “Hubo mucha gente que se volcó con nuestro llamamiento y en poquísimos días conseguimos para ellos desde un frigorífico a tres camas”. Una auténtica alegría que habla de la solidaridad de muchos ciudadanos. “La familia estaba tan agradecida que a pesar de no tener nada nos agradecía el apoyo con bizcochos que hacía ella misma y aceitunas que le mandaba su familia desde Marruecos”, cuenta Soledad.
Pero han sido muchísimas más personas las que gracias a este “granito de arena”, han podido superar situaciones muy difíciles. Familias en el comienzo de la fundación que en su mayoría procedían de África Subsahariana, pero también de otros países del mundo y en la última etapa más españoles que, especialmente en los años más duros de crisis, se han visto obligados a acudir a organizaciones solidarias y fundaciones como la nuestra para poder salir adelante.
Soledad resume que cada caso se estudiaba con detalle por parte del comité de la fundación para que la ayuda fuera dirigida a las personas más necesitadas, acotando así el 1,2% de los beneficios de la farmacia destinados a este fin. Cada mes de diciembre se abría el plazo de solicitud y entrega de documentación para la clasificación y comunicación final. Una vez seleccionadas, las familias podían canjear mes a mes una cantidad determinada por medicamentos y alimentos de primera necesidad.
Que nuestra ayuda a lo largo de estos siete años haya contribuido a hacer un poco más felices a estas familias es para nosotros el mejor broche para la Fundación Santamaría Pose. Una etapa “maravillosa” que despedimos desde este blog.
