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Tu cuerpo te lo está pidiendo a gritos: ¡duerme bien!

dormir bien

En situaciones excepcionales es difícil conciliar el sueño. Dormir bien parece imposible porque nuestros hábitos son ahora diferentes y porque tenemos la extraña sensación de que soñamos más y descansamos menos. ¿Te pasa a ti?

Aunque el escenario haya cambiado, nuestro cuerpo sigue siendo el mismo y tiene las mismas necesidades que antes. Sí. Tu cuerpo te pide a gritos que duermas bien. Y dormir bien significa que duermas lo suficiente (una media de 8 horas), que duermas sin interrupciones y que duermas de forma profunda.

Además del poder reparador que tiene el descanso, dormir bien evita problemas, muchos problemas:

Si duermes mal lo normal es que comas mal: elegirás alimentos menos saludables y, por si fuera poco, la regulación metabólica (de los niños en especial) se va a ver bastante afectada. Atentos a un dato. La falta de sueño puede repercutir en la habilidad para procesar la glucosa, por lo que puede favorecer la diabetes y el aumento de peso.

Si duermes mal tu salud mental lo va a notar: ¿qué vino antes? ¿Estás triste, angustiado o estresado porque no puedes dormir o no puedes dormir porque estás triste, angustiado o estresado? Expertos del Instituto de Medicina del Sueño lo tienen claro. “La falta de horas de sueño tiene consecuencias muy evidentes durante el día, tales como la excesiva somnolencia diurna (o tendencia a dormirse a todas horas, los cambios del estado de ánimo (humor, tristeza, irritabilidad, ansiedad , depresión, etc..) y aumento del estrés”.

Como dato curioso mencionamos que investigaciones recientes sobre la privación o falta de sueño demostraron que, “después del tercer día sin dormir, aparecen alucinaciones y locura temporal, y que el ser humano no puede vivir sin dormir más allá de entre 10 y 15 días”.

Si duermes mal vas a ‘funcionar’ peor: no hay nada que cargue más las pilas que un sueño reparador (piensa en esas mañanas de domingo…). La Fundación Española del Corazón apunta dos buenas razones: protege el corazón y ayuda a regenerar nuestro sistema inmunitario.

Si duermes mal tu capacidad cognitiva se va a ver limitada: prueba a aprenderte una canción entera después de una noche de insomnio. El aprendizaje, la capacidad de atención y la recuperación de la memoria sufren muchísimo si no duermes.

A lo largo de estos años ya hemos hablado en nuestro blog largo y tendido sobre los consejos para dormir bien.

-El uso de luces tenues y cálidas a la hora de irnos a la cama y luces más brillantes al levantarnos puede ayudarnos a sincronizar nuestro reloj biológico.

-Evitar la luz de las pantallas de móvil y dedicar el tiempo justo antes de dormir a relajarnos, meditar, leer, conversar con la familia o escuchar música tranquila pueden ayudarnos a conciliar mejor el sueño.

-Hacer ejercicio por la mañana, a ser posible.

-Cenar con suficiente tiempo de antelación.

Son algunas de las recomendaciones más repetidas por los expertos. Sumarlas todas no garantiza que puedas dormir bien, pero lo favorecerás.

¿Tú también tienes la sensación de que ahora sueñas más?

Ni en las mejores pelis de ciencia ficción pasa lo que en tus sueños, ¿verdad? Es lo que nos habéis comentado algunos compañeros y algunos usuarios:  ahora parece que vivimos en una peli de Tim Burton casi todas las noches. Soñamos más… y no necesariamente son pesadillas.

La cuestión es que, salvo en excepciones muy raras, soñamos todas las noches: lo que ocurre es que no siempre lo recordamos.

Partimos de la base de que para acordarnos de los sueños tenemos que despertar. La psiquiatra Francesca Cañellas, especialista de la Sociedad Española de Psiquiatría, nos explica aquí por qué tenemos la sensación de que estamos soñando más estos días de confinamiento: “Cuando dormimos fuera de horarios o cuando dormimos más tiempo, nos despertamos más y nuestro sueño se hace más ligero”.  Por tanto, es más probable porque seguramente despertamos más mientras estamos en la fase en la que ocurren.

Domir menos o dormir más pero con un sueño ligero aumenta las probabilidades de que recuerdes el sueño.

¿Son pesadillas? Es lo más normal del mundo. El estrés del momento y el brusquísimo cambio al que tratamos de acostumbrarnos tras más de un mes de confinamiento nos afectan, y especialmente a los niños.

Cuántas horas son necesarias para dormir bien

La National Sleep Foundation, un instituto estadounidense de investigación dedicado a analizar la influencia de las horas de sueño según la edad en personas sanas, fijó ciertos parámetros que pueden servir de guía, aunque cada persona es un mundo:

-Recién nacidos de entre 0 y 3 meses: pueden dormir entre 14 y 17 horas al día (aunque también se ‘aceptan’ entre 11 y 13 horas).

-Bebés de 4 a 11 meses: deberían dormir entre 12 y 15 horas al día, pero no más de 16.

-Niños pequeños de 1-2 años: lo mejor es que descansen entre 11 y 14 horas al día.

– Niños de 3-5 años: lo más adecuado a esta edad sería dormir entre 10 y 13 horas al día.

– Niños en edad escolar de 6 a 13 años: entre 9 y 11 horas diarias son suficientes.

-Adolescentes de 14 a 17 años: en su caso lo ideal es dormir una media de 10 horas al día.

-Adultos con edades comprendidas entre los 18 y 25 años: lo más aconsejable es dormir entre 7 y 9 horas al día, no menos de 6 horas ni más de 10-11 horas.

-Adultos de 26 a 64 años: el consejo es dormir entre 7 y 9 horas.

-Adultos mayores de 65 años: la media se sitúa entre 7 y 8 horas al día.

Por todas estas razones: porque el cuerpo y la mente lo necesitan, intenta en la medida de lo posible domir bien a pesar del momento que vivimos. No olvides consultar a tu médico si aun así te resulta imposible.