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¿Cómo tratar las picaduras más comunes en verano?

picaduras en verano

Las picaduras de mosquitos, arañas y medusas son tan comunes en verano como el sol o las vacaciones, aunque tienen el efecto contrario. En el caso de las arañas, no es que haya más estos meses, sino que estamos más expuestos a encontrárnoslas al estar en contacto con la naturaleza. Las medusas sí llegan a nuestro litoral por estas fechas arrastradas por las corrientes marinas y pueden llegar a arruinar un perfecto día de baño con sólo rozarnos. Igual sucede con los mosquitos: con el aumento de temperaturas salen a escena.

De ahí que en época estival aumenten las consultas en urgencias de Pediatría por las lesiones en la piel provocadas por las picaduras en verano.

Como explica una experta en este artículo, la aparición de mosquitos, abejas y avispas, sumado a las altas temperaturas y a que los niños pasan más tiempo al aire libre con ropa ligera hacen que se agraven estas situaciones, que en invierno son bastante menos frecuentes.

Su consejo es proteger a los niños con repelentes, vestirlos con ropa clara (e incluso con manga larga si observamos demasiados insectos) y no usar productos perfumados.

Las picaduras de mosquitos

Son las más frecuentes y, aunque poco graves, sí que resultan molestas. Las picaduras de mosquitos, que succionan la sangre, producen un picor bastante incómodo. Para prevenirlas hay que tener en cuenta que se sienten atraídos por la luz, las fuentes de calor, los olores dulces y la comida. Por tanto, si queremos prevenir estas picaduras podemos recurrir a mosquiteras (especialmente por la noche), cubrirnos con manga larga durante el día y con sábana por la noche y no aplicarnos perfumes ni cremas con olor.

picaduras en verano

Otra opción es emplear repelentes, que son bastante eficaces en la prevención. El de Mama Natura (con roll on y spray) es ideal para toda la familia ya que calma y suaviza las pieles más sensibles rápidamente.

Especialmente indicado para los niños es Relec, con una fórmula antimosquitos que protege la piel de los más pequeños durante 6 horas.

Lo curioso es que, como leemos en este artículo, no todas las personas son igual de propensas a recibir los picotazos de estos ‘vampiros’. Según El Correo, la concentración de CO2 que realizamos al respirar y las moléculas que liberamos con el sudor son también factores que se deben tener en cuenta. Algunos estudios llegan a decir que también influye el tipo de sangre. Si somos ‘más dulces’, más peligro de ser atacados por los mosquitos tendremos.

Picaduras de arañas

La mayoría son inofensivas (excepto las arañas tipo viudas negras poco comunes) y la reacción es parecida a la que produce una abeja. Podemos notar en nuestra piel hinchazón y enrojecimiento, además de un leve malestar. Medline Plus propone para curarlas lavar bien la zona, aplicar frío y tomar algún medicamento si el dolor es más grave.

Especial cuidado deben tener los alérgicos, que han de acudir al médico ante la picadura de una araña en caso de síntomas como el dolor severo.

Fenistil gel es bastante eficaz contra este tipo de picaduras, ya que trata las de toda clase de insectos, así como las de arañas y animales marinos. Además está indicado para la dermatosis, la urticaria y las pequeñas quemaduras solares.

Picaduras de medusas

Son de las más temidas en época estival y es que, como avisa el Ministerio de Sanidad en su web, especialmente en los últimos años se está produciendo la llegada a nuestras costas de grandes poblaciones de medusas arrastradas por las corrientes marinas. A veces de forma tan masiva que los bañistas ni se atreven a acercarse a la orilla.

Aunque la mayoría de las ocasiones el contacto con alguna medusa (que liberan veneno de sus células urticantes) es accidental, solo rozarnos con ellas, aún sin darnos cuenta, puede provocar un dolor y un picor intenso e inmediato en la zona afectada. Pero sus síntomas no son sólo esos: hay que añadir enrojecimiento e inflamación y, en contadas ocasiones, también mareos, vómitos y calambres musculares.

La recomendación del Ministerio es extremar la precaución, especialmente en los casos de alérgicos, personas con problemas cardiacos y niños pequeños. Una curiosidad es que la persona que haya experimentado ya alguna de estas picaduras de medusas, puede sufrir peor sintomatología una segunda vez, al estar sensibilizadas.

En caso de sufrir una picadura, los consejos que se deben seguir son limpiar bien la zona sin frotarla y con agua salada (nunca con dulce). Aplicar frío con una bolsa de hielo (nunca con el hielo directo sobre la piel). Quitar los tentáculos si alguno se ha quedado adherido con unas pinzas (nunca con las manos). Y, si la situación empeora, acudir urgentemente a un centro médico.

Puede que no nos entusiasme la solución, pero ante la presencia de medusas “la mejor precaución es permanecer fuera del agua”.

El mito de orinar sobre la picadura no está recomendado, aunque se le reconoce la lógica, tal y como leemos en este artículo de El País. “La urea, el amoniaco y el ácido úrico” son, según un experto, “metabolismos tóxicos producto de la degradación de las proteínas en la matriz mitocondrial de las nefronas (en el riñón) que se expulsan mediante la orina”, por lo que puede tener su fondo de verdad, pero no es lo más aconsejable.

Los repelentes, la ropa y evitar aplicarnos cremas perfumadas son algunos de los sencillos gestos con los que evitar ser ‘cazados’ por insectos y medusas. ¿Conoces algún otro remedio natural contra las picaduras en verano? ¡Compártelo con nosotros!